El sábado 27 de octubre de 1962 la Guerra Fría entre Estados
Unidos y la Unión Soviética llego a su punto más álgido. Si es cierto que al
final no hubo ningún conflicto bélico y la crisis de los misiles en Cuba fue
solamente eso, una crisis. Sin embargo, alguien tomó una decisión que evitó lo
que podría haber sido el mayor desastre de la humanidad, provocando la Tercera
Guerra Mundial.
Crisis de los misiles en Cuba
Va a comenzar por la instalación de misiles nucleares
financiado por la unión soviética en la isla de Cuba. Los servicios de
inteligencia estadounidenses descubren mediante un avión espía la base de los
misiles. La preocupación va en aumento teniendo en cuenta la cercanía de ambos
territorios, apenas 200km.
Ante esta situación Kennedy decidió establecer una línea disuasoria
en forma de cerco naval en el territorio cubano. El presidente americano
desplegó barcos y aviones de guerra a partir del 23 de octubre, realizando un
auténtico bloqueo aéreo-naval.
Nikita Jruschov señalo que el ejército soviético no se retiraría
y que veía el bloqueo como una agresión. No obstante, tras largas negociaciones
entre Washington y Moscú, el presidente Kennedy y su gabinete aceptaron la
oferta soviética.
La crisis terminó sin conflicto bélico entre las dos grandes
potencias. Aunque si que hubo un ganador, la humanidad.
La decisión de Arkhipov
Vasili Arkhipov (original, aquí) |
Durante el bloqueo aéreo-naval estadounidense, cuatro
submarinos soviéticos a la orden de Nikita Jruschov se acercaron lentamente a
la isla de Cuba, y dentro de la nave, sólo un puñado de oficiales sabían que
transportaban armas nucleares.Uno de ellos era Arkhipov.
Las zonas cercanas a Cuba estaba
vigilada por helicópteros, aviones y barcos de guerra y pronto fueron
detectados. Los submarinos soviéticos se sumergieron en las profundidades con
el fin de no ser detectados. Por otra parte, los estadounidenses aumentaron la presión
y dejaron caer granadas de advertencia en el mar.
Ante esta situación, los marinos soviéticos a bordo pensaron
que estaban siendo atacados. Uno de los capitanes a bordo del submarino estaba
convencido de que la guerra nuclear ya había comenzado y exigió atacar con las
armas nucleares.
En medio del bombardeo los tres oficiales se reunieron en lo
que podía ser la decisión mas importante de estos últimos tiempos. Dos de los
oficiales estaban de acuerdo de soltar los torpedos nucleares, sin embargo, Vasili
Arkhipov se negó.
Arkhipov convence a los marinos soviéticos de que hagan
emerger el submarino. El submarino se asoma a la superficie y da media vuelta a la
espera de instrucciones del gobierno soviético huyendo así del enfrentamiento
nortemaricano. Pocas horas después, Kennedy y Kruschev alcanzan un acuerdo que
hace suspirar de alivio a toda la humanidad.