Dutch (left) and British (right) marines landing at Gibraltar |
Para entender todo el proceso tenemos que remontarnos al 1
de noviembre de 1700. El día del fallecimiento de Carlos II, último rey de la
casa de Habsburgo en España. Su muerte sin descendencia va a provocar uno de
los mayores conflictos sucesorios del viejo continente.
El candidato que el testamento de “El hechizado” indicaba
era Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia. No obstante, el panorama
internacional no reconocía al monarca francés como legítimo rey sino que
apoyaba al archiduque Carlos de Austria. Se formará así la “Gran Alianza de la Haya” uniendo los intereses de Gran Bretaña, las Provincias Unidas de los
Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico. El único objetivo era impedir
que el monarca francés reinara en España.
Surge así la formación de dos bandos tanto nacionalmente
como internacionalmente. Por una parte tenemos a Felipe de Anjou apoyado por la
corona de Castilla, Navarra y Francia. Y por otra parte, el archiduque Carlos
de Austria con gran apoyo en la corona de Aragón pero sobre todo por la “Gran
Alianza”.
Es en mayo de 1702 cuando esta alianza decide declarar la
guerra a Francia y España, comenzando así la guerra de sucesión española. La
guerra se alargará durante más de una década.
La toma de Gibraltar ocurre a principios de agosto de 1704
cuando el almirante George Rooke llega a la bahía de Algeciras frente al puerto
de Gibraltar con una flota de 61 buques de guerra. Gibraltar apenas contaba con
100 soldados y 400 civiles armados. El general Diego de Salinas junto con los
altos cargos militares planificó el modo más eficaz de defender la plaza.
La toma de Gibraltar |
En apenas un día Gibraltar estaba en manos británicas, no
obstante, la población gibraltareña no se rindió y nunca reconoció al
archiduque como monarca. Dos días más tarde prácticamente toda la población se
desplazó fuera de Gibraltar.
La guerra de sucesión dio un giro en 1711 cuando el
emperador José I fallece, siendo su sucesor el archiduque Carlos. Este
acontecimiento provoca una retirada del apoyo internacional ya que la posible
unión de Austria-España era más peligrosa que la Hispano-Francesa.
Todo terminó en 1713 con el Tratado de Utrecht. Tratado que
a priori España y Francia eran los vencedores oficiales. Se reconoció a Felipe
V como monarca, sin embargo , no todo fue positivo. España cedió Gibraltar y Menorca
a los ingleses, además de otros muchos territorios como Sicilia, Milanesado,
Napoles y Cerdeña. Aunque probablemente lo que más afectó al territorio español
económicamente fue la pérdida del monopolio con Ámerica. España pasó a un segundo plano en el
continente europeo siendo ahora Gran Bretaña la primera potencia.
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