Fotografía de Quim Fábregas, fotógrafo solidario.
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El poder
político en Ciudad del Cabo lo poseían los colonos blancos y la discriminación
racial era un factor muy influente en Sudáfrica. En estos años se enfrentaron
dos culturas; la de los nativos y la de los británicos.
El resultado de esto fue que los británicos
paulatinamente fueron poblando las ciudades dominando la política, el comercio,
las finanzas, la minería y la industria, mientras que los nativos, con muy
inferior educación, fueron relegados a la agricultura y ganadería.
Al mismo
tiempo la población británica comenzó a incrementarse considerablemente gracias
a los descubrimientos de yacimientos de oro y diamantes, lo que permitió un
desarrollo positivo de la economía en la zona.
Algunas
tribus hacía 1836 fueron desplazadas al interior de la península a causa de las
presiones británicas sobre la
independencia.
Tras varias
guerras, como la del “Rio rojo” entre numerosas tribus africanas, los
británicos intensificaron su poder y trajeron población india para la
explotación de sus plantaciones azucareras.
Hacía 1881 la
republica de los Boers venció a los ingleses en una breve guerra que acabó
eligiendo como presidente a Paul Kruger. Después de varios años de guerras
entre los Boers y los británicos, con importantes victorias de estos últimos,
el 31 de Mayo de 1902 se firmó el Tratado de Vereeniging, por el que los Boers
se comprometían a reconocer la soberanía Británica y estos a su vez se
comprometían a reconstruir una Sudáfrica destruida por las guerras. Se
realizaron protestas de los zulús hacia los británicos por la subida de
impuestos que acabó con la muerte de 4000 de estos.
En cuanto a cuestiones
culturales, el inglés y el holandés se establecieron como idiomas oficiales.
El idioma
afrikáans no fue reconocido como oficial hasta 1925. A pesar de las campañas de
los negros y coloureds por el derecho al voto, este derecho se mantuvo solo
para los blancos y únicamente los blancos podían ser miembros del parlamento.
El primer
Gobierno del nuevo estado fue presidido por el General Louis Botha. Poco después, en 1948, el Partido Nacional
llegó al poder. Abogando un sistema segregacionista y racista, éste inició el
apartheid, palabra que en Afrikáans significa "separación".
Se creó
un vasto sistema jurídico y social para separar a las razas blanca y negra, con
ventaja para la primera.
En 1960 tras
elaborar un referéndum, Sudáfrica se independizó de Reino Unido, y no fue hasta
1994 cuando fue admitida por la sociedad de naciones, con la subida al poder de Nelson Mandela, símbolo de la victoria sobre el apartheid.
En cuanto a
nivel económico, en 2007, el 9% de los trabajadores se ocupaba en la
agricultura, el 26% en la industria y el 65% en servicios. Desde 2004 en
adelante, el crecimiento económico ha ido en aumento, tanto en el empleo como
en la formación de capital.
La sanidad en
Sudáfrica ha estado influenciada por el SIDA. La difusión de este virus es un
problema alarmante en Sudáfrica al descubrirse en 2005 que más del 31% de las
mujeres embarazadas estaban infectadas por el VIH y la tasa de infección entre
los adultos se situaba próxima al 20%.
En 2007, en respuesta a la presión
social, el gobierno comenzó a volcar sus esfuerzos en combatir el sida. No fue
hasta septiembre de 2008 cuando se realizó un cambio de ministro de sanidad
para enfocar la salud sudafricana hacia un futuro mejor.
Actualmente
Sudáfrica es una Republica Parlamentaria presidida por Jacob Zuma, y aunque es
la principal economía del continente y la mayor exportadora de oro del mundo,
siguen llamando la atención problemas de
desigualdad como en la esperanza de vida, en 48 años en el caso de los negros y
71 en el caso de los blancos.